Análisis Pokémon Ranger: Trazos de Luz

(NDS)

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Plataforma analizada: Nintendo DS
05/01/2011 09:00

Sonido:

Del apartado sonoro de la saga pokémon se libran pocos juegos. Si bien de algunos títulos podemos esperarnos lo mejor, de otros podemos esperarnos algo menos. Es el caso de Pokémon Ranger, con poca profundidad y una simplicidad a veces demasiado evidente.

Si bien las melodías del juego son tranquilas y están adaptadas a cada situación, no son pegadizas y cumplen con su único cometido: decorar.

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Algo mejor quedan los gritos característicos de los pokémon, que serán los mismos que podemos encontrar en las entregas principales de la saga. Desde los pokémon más típicos a la multitud de legendarios, su presentación en escena se hace de manera veráz a la serie.

Otra buena inclusión de efectos sonoros es el que se da en las batallas al usar el capturador, la herramienta del Ranger para atrapar pokémon. Mientras arrastramos el lápiz táctil por la pantalla inferior sonará el ruido de la carga del capturador, que será más agudo cuando más vueltas demos alrededor del pokémon y más rápido vayamos. Un trabajo bien hecho que al igual que en otros títulos donde se hace un uso intensivo de la pantalla táctil como Art Academy, nos ayuda a mantener el pulso y el ritmo.

Jugabilidad:

Pokémon Ranger nació un tiempo después de llegar Nintendo DS al mercado con un objetivo claro: crear un juego basado en la franquicia pokémon que aprovechara la pantalla táctil de la consola como ningún otro juego. En parte se consiguió ya que el control plenamente táctil se conserva desde la primera entrega dando un resultado notable.

En Trazos de Luz se repite esa fórmula como nunca antes, con la traza de glifos como novedad principal y el control de los pokémon legendarios como reclamo distintivo. El control es el de siempre: podemos elegir entre mover al protagonista mediante la cruceta o directamente con la pantalla táctil, indicando el lugar donde queremos ir y señalando los objetos para realizar las acciones. Además de ser el principal, el control táctil es el más cómodo de usar (con excepciones).

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Como hemos dicho antes, nuestro objetivo será descubrir los planes de los malvados Pokémon Nappers y disolver su banda para mantener la paz en Oblivia. Ayudar a sus gentes será pan comido con la ayuda de los pokémon nativos, que podremos atrapar gracias al capturador ranger ya conocido en anteriores entregas.

Una especie de peonza controlada por el ranger que tiene que hacer círculos cerrados alrededor de los pokémon para transmitirle su amistad y calmarlos. Y es que en ésto se basa el juego: completar misiones mezclando puzzles, capturas y obstáculos que debemos superar con las Pokéayudas.

Cada obstáculo que se nos presente podrá ser derribado completando las condiciones que nos pida. Un ejemplo es una gran roca, que pedirá dos ataques placaje. Nuestra misión será capturar dos pokémon que tengan esa pokéayuda y usarlos para avanzar.

Pero no solo en el campo se pueden utilizar las pokéayudas, ya que en las capturas también será necesaria su ayuda. Desde paralizar a los pokémon, debilitarlos o atontarlos para que resulte más fácil su captura, tendremos un amplio abanico de ataques característicos. Una excepción son nuestros pokémos acompañantes permanentes, véase Pichu y su Ukelele y Latios cuando vayamos volando de un lado a otro de Oblivia.

El poder del ukelele de Pichu mejorará a medida que avancemos en el juego, cuando el ayudante de Buck, Nico, le haga unos pequeños retoques.

Pero ante todo, Pokémon Ranger es un RPG con toques de acción y aventura y como tal tiene un propio sistema de mejoras, que ha sido modificado con respecto a las anteriores entregas y mejorado sustancialmente en todos sus aspectos. Una vez lleguemos a cierta parte del juego, el capturador podrá ser mejorado a cambio de puntos que conseguiremos al completar misiones o al hacer capturas realmente buenas (S). Alargar la linea formada por el círculo, mejorar la defensa, la potencia o el tiempo de carga serán algunas de las mejoras que podremos encontrarnos en este menú.

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Además, el capturador irá ganando experiencia con cada captura y llegado el límite subirá de nivel, aumentando así también sus características de energía y potencia. Si en plena captura (o en el campo) la energía del capturador baja a cero se romperá y la partida llegará a su fin, devolviéndonos al último punto de guardado. La dificultad del juego es bastante baja y no supone un gran reto completarlo al 100%, de hecho, el verdadero reto en ocasiones es conseguir la puntuación perfecta S con cada captura.

Una ayuda para los más inexpertos es el glosario, que contiene toda la información sobre el juego y su uso, desde lo más simple hasta lo más complejo.

El comienzo empieza fuerte, ya que al poco del comenzarlo vemos al primer pokémon legendario del juego: Raikou. La gran novedad del juego, como ya hemos dicho antes, son los glifos, que utilizaremos para llamar a diferentes pokémon, tanto normales como legendarios. Cada uno de ellos tiene una característica diferente, por ejemplo, Raikou puede saltar grandes barrancos y ríos, Entei puede destruir rocas gigantes con placajes, y Suicune puede caminar sobre el agua de los ríos. En cualquier caso, ir en cualquiera de los "perros legendarios" es mucho más rápido que ir a pie.

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8.6

Lo mejor

Control algo mejorado totalmente adaptado a Nintendo DS.

Largo y con una trama más trabajada.

Modo multijugador con una historia igual de interesante y un completo cooperativo (por desgracia solo offline).

Misiones gratuitas descargables.

El colorido, la ambientación y la amplitud de Oblivia lo hace diferente al resto.

Misiones relativamente variadas que no nos hacen estancarnos en

Lo peor

Técnicamente va por detrás de muchos juegos de la consola... ¡queremos un cambio!

Demasiado fácil. Si buscas un reto en Trazos de Luz tendras que buscarlo.

¿Cómo analizamos?