¿Por qué los móviles son el dispositivo más utilizado en los videojuegos?

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Atrás quedaron los tiempos en que las partidas de videojuegos sólo podían disfrutarse en casa (o en casa de los amigos). Con la salvedad de las consolas portátiles, fueron muchos los años en los que los aparatos para el “Gaming” quedaban relegados al hogar (y algún salón de Arcade). Hoy, los videojuegos tienen un vehículo que copa las preferencias de los usuarios y que permite jugar en cualquier momento y desde cualquier lugar: el móvil.

Si este dispositivo no se separa de su propietario y, además, se utiliza constantemente para cualquiera de su funcionalidades, ¿no tiene lógica que sea el centro del ocio digital de los consumidores? Por supuesto, que la tiene. En España, los “Gamers” refieren el móvil como el vehículo habitual para disfrutar de estos entretenimientos en más de un 50% de los casos. Muy por delante de otros aparatos, como las consolas o los ordenadores. Ya sea para acceder a tragaperras online gratis, a los videojuegos más modernos o a los títulos “Retro”, no existe nada más cómodo y disponible.

En un mercado valorado en más de 250.000 millones, ahora mismo más de la mitad de los ingresos provienen de juegos para este entorno. Y esto tiene mucho mérito, puesto que, en la mayoría de casos, los videojuegos para móviles son de descarga gratuita (aunque incluyan compras opciones dentro de la aplicación). El éxito de este dispositivo es innegable y parece que este fenómeno, lejos de detenerse, aumentará en los próximos años. Pero, ¿por qué ha ocurrido?

 Como señalábamos al principio, esta herramienta acompaña siempre a sus dueños; es personal e intransferible. Por otra parte, y esto tiene mucha relevancia, sus clientes pertenecen a todos los segmentos de edad. Enfoquémoslo con un ejemplo. Una persona de unos 50 años puede tener algunos juegos en su portátil. Más difícil es que se compre una consola para jugar en casa (aunque también ocurre, claro). Pero el móvil lo lleva siempre. Y descargar alguno de los juegos disponibles es muy sencillo.

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El resultado: el mercado de los videojuegos se ha expandido enormemente, porque ahora tienen un público mucho más amplio. El cambio generacional ha colaborado en que los juegos no se vean como un simple divertimento de los más jóvenes. Pero, aún así, hace falta algo más para que personas de todas las edades hagan uso de esta actividad digital. Y es la facilidad del uso del móvil, junto a la enorme variedad de géneros y temáticas, lo que ha espoleado a estos dispositivos para convertirse en una puerta de entrada a los “Sénior” en el mundo “Gamer”.  

Otros factores relevantes

Por otra parte, este mercado no ha dejado de evolucionar. Las innovaciones se suceden año tras año. Desde los avances en procesadores, memorias o pantallas de los móviles actuales, hasta contenidos para los que es necesario utilizar este dispositivo, como fue el caso del famoso Pokémon GO. Las desarrolladoras son muy conscientes de que el futuro del sector pasa por este tipo de herramientas y su inversión en productos para este entorno supera a todas las demás; ni siquiera el gasto en realidad virtual es tan importante. 

La privacidad es otro elemento muy significativo. Varias personas pueden acceder a un mismo ordenador. Y a una consola. Pero el móvil es, a priori, una herramienta personal. Que, además, tiene su clave para poder acceder. De hecho, es incluso fácil separarse unos metros con este aparato si el usuario quiere resguardarse de miradas indiscretas. O girar la pantalla. Y, por supuesto, no podemos olvidar la accesibilidad; para muchos, el punto más importante a favor de los móviles. Con la enorme variedad de juegos, es muy fácil encontrar un título que permita partidas cortas, que se pueden disfrutar durante una pausa, un desplazamiento en metro, o en la espera antes de un encuentro.   

En definitiva, la comodidad y el aumento del público objetivo han convertido al móvil en el dispositivo de referencia para el “Gaming”. La evolución tecnológica, la extensa variedad de géneros, la privacidad y las descargas gratuitas también han sido elementos decisivos para este fenómeno, que no parece que haya tocado techo.