A pesar de que la capitana de Poni sea una incompetente en sus funciones, a los hechos nos remitimos, la última isla de Alola no se podía quedar sin su prueba, aunque, como ya habréis notado, esta isla no hace las cosas como las demás y tendréis que hacer frente a lo que esconda la misma a pesar de que no haya capitán.
Caminad hacia el norte y un Jangmo-o os atacará. Es bastante simple de derrotar, por lo que no tendréis demasiados problemas para derrotarlo. Antes de seguir, desviaros a la derecha para coger la MT 02 (Garra Dragón).
Continuad y enfrentaros al nuevo Pokémon, un Hakamo-o. No es bastante complicado, por lo que seguid, aunqueya os podréis imaginar quien es el Pokémon dominante. Y si no os habéis dado cuenta aún, siempre podréis mirar la imagen que encabeza esta página.
Al frente veréis un pedestal como el que encontrásteis en Cueva Sotobosque durante la primera prueba, por lo que ya os podéis imaginar que pasará cuando lo toquéis. Es hora de luchar contra el Pokémon dominante.
Este Kommo-o es un Pokémon de tipo Dragón, lo que se relaciona con poder, y de tipo Lucha, lo que se relaciona con un gran ataque. No obstante, también cuenta con una defensa muy alta, algo a lo que seguro debemos atribuir a sus escamas.
El secreto para vencerle está en usar ataques de Tipo Hada, algo de lo que seguramente ya os habréis percatado los más avispados. No obstante, tened cuidado, ya que cuenta con movimientos bastante potentes. También tendréis una baza a favor, ya que usa con frecuencia un ataque que baja su defensa, por lo que tirad por esta vía para debilitarlo. Los Pokémon ayudante no causarán demasiados problemas, por lo que centraos en éste.
Una vez le hayáis derrotado, obtendréis el Dracostal Z. Ahora es el turno de ir al Altar para despertar al Pokémon legendario.
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