Creepypastas Pokémon (V)

Pokemaster

Estás en: Pokemaster > Artículos > Pokemaster - Creepypastas Pokémon (V)

Painend, la leyenda del Pokémon demonio

Esta es la historia de un chico que recibe un huevo Pokémon muy especial… que lo conducirá a una terrible pesadilla…

31/10/2013 20:45
Las creepypastas son historias ficticias de corta duración cuyo objetivo es asustar y perturbar al lector. Aunque no tienen base real, no son aptas para gente sensible. Si eres impresionable o te asustan las historias de terror, te recomiendo que dejes de leer. Esta historia no me pertenece, yo simplemente he editado el texto para mejorar su narrativa. Originalmente esta historia era una más sobre un cartucho maldito que llega a las manos de alguien, pero he preferido transformarlo para que sea una historia de terror basada en el mundo Pokémon.

Painend, la leyenda del Pokémon demonio

huevospokemon

 

Hace tan solo unas semanas que he comenzado mi aventura Pokémon. La profesora Encina me regaló mi primer Pokémon y partí en mi viaje como hacen todos los niños al cumplir los diez años.

Ya he ganado mi primera medalla, y ahora estoy en Ciudad Gres. Mamá me llamó antes para pedirme que volviera a casa, dice que me echa de menos. Ella no entiende que tengo que seguir con mi aventura, siempre quise ser el mejor entrenador Pokémon de Teselia y ahora lo voy a conseguir.

Es un poco tarde, pero estoy nervioso y ansioso por continuar con mi aventura, así que creo que me iré ahora. La vista de la fuente que hay a la salida de Ciudad Gres es muy bonita, me gusta cómo está iluminada.

Ahora tengo que atravesar la Ruta 3. Creo que aquí hay una Guardería Pokémon, pero no la necesito. Yo puedo entrenar a mis Pokémon por mí mismo.

-          ¡Oye chico! ¡Espera!

¿Qué? ¿Quién me llama? No conozco a nadie en esta ciudad… bueno, no importa, quizá sea alguien que necesite ayuda… En el camino solo hay un anciano. Parece un poco agobiado, será mejor que vaya a ver si necesita ayuda, tal vez se haya perdido y no sepa cómo llegar a Ciudad Gres.

-          Veras, chico… Tengo algo que seguro que te será muy útil. ¿Ves? Es un huevo de Pokémon…

¡Un huevo de Pokémon! He visto cosas sobre ellos en la televisión, pero nunca he tenido uno. Debe ser genial criar a tu propio Pokémon desde que sale del huevo.

-          Y bien… ¿te gustaría tenerlo?

-          ¡Claro!

Agarro el huevo con ansias. Seguro que ninguno de mis amigos ha tenido nunca un huevo de Pokémon.

El anciano sigue mirándome, parece como si quisiera decirme algo más o como si estuviera arrepentido de haberme dado el huevo. Me mira fijamente:

-          Llévatelo de aquí y no vuelvas con él.

Antes de que pueda responder, el anciano se va, con mucha más prisa de lo necesario. ¿Que no vuelva con él?

Miro al que será mi nuevo compañero. Es raro, nunca había visto fotos o dibujos de un huevo como este. Es de un color gris apagado y tiene unas manchas de color rojo intenso. ¿Qué saldrá de aquí? A lo mejor es un Pokémon nuevo que nadie conoce, ¡o quizá incluso un legendario! Me llevo el huevo al oído, según dicen cuando un huevo está a punto de abrirse se pueden escuchar los ruidos que hace el Pokémon que va a nacer… pero no oigo nada. Bueno… va a tocar esperar.

                Quiero salir de aquí… Lo necesito…

¿Qué ha sido esa voz? Me ha asustado… será… ¿mi huevo? No veo nada extraño en él. No se mueve y sigo sin escuchar ningún sonido. Seguro que me lo he imaginado… aunque tengo un poco de miedo. Creo que voy a buscar a ese anciano y a preguntarle de qué Pokémon es mi huevo, solo por asegurarme.

                Sácame de aquí… Por favor…

Tiene que ser una broma. Mi huevo habla… pero tengo miedo. Esto no está bien. Voy a buscar a ese anciano y le devolveré el huevo.

No, no… La guardería está cerrada. En la tele dijeron que la guardería nunca cerraba. El anciano no está por ninguna parte. No hay nadie aquí.

Solo me queda una opción. Tengo que abrir el huevo. Seguro que solo es un Pokémon bromista. O a lo mejor es un Fantasma, he oído que les gusta asustar a la gente.

Sigo mi camino. El huevo empieza a temblar de repente. ¿Va a abrirse? No. Un destello me ciega momentáneamente, y cuando recupero la vista no hay ni rastro del huevo, y tampoco hay trozos de cascarón.

zoruacreepy1

Ante mí no hay más que… no sé qué es eso. Yo quería un Pokémon chulo. Pero… da miedo. Da mucho miedo. Creo… creo que es un Zorua. Se parece a los dibujos de Zorua que he visto en los libros. Pero… está enfermo. Tiene que estarlo. No tiene orejas, sino cuernos afilados recubiertos de una sustancia roja… parece sangre… También hay sangre en su boca y en sus patitas delanteras. Es como si acabara de asesinar a alguien… Su pelo es negro, muy negro… Me da miedo. Quiero dejarlo aquí. Me está mirando. No puedo. No puedo dejarlo. Yo soy su entrenador.

-          ¿Zorua?

Intento sonreír, pero no puedo. Casi no me sale la voz. Y antes de poder entender cómo puedo saberlo, el nombre de ese Pokémon viene a mi  mente.

Painend.

No sé mucho inglés pero… Pain significa dolor, y end es fin. ¿Fin del dolor? ¿Es este Pokémon un salvador a pesar de su aspecto? O… quizás signifique… dolor final. Un dolor increíblemente intenso que Painend hace sufrir a sus víctimas antes de matarlas. ¿Por qué pienso estas cosas? Es mi Pokémon. No puede querer matarme.

                Acaba con este dolor. No me abandones.

Ahora sé que Painend es quien me habla. Su voz resuena en mi cabeza. No tendría que haber aceptado el huevo. Mamá siempre me dijo que no aceptara regalos de desconocidos.

Pero ahora ya es tarde. Tengo que terminar con esto. Ayudaré a Painend. Acabaré con su dolor. Pero no sé qué tengo que hacer… Y tengo miedo. Voy a echar a correr.

No te vayas. Te necesito

No puedo moverme. Aunque quiero correr estoy paralizado. Painend sigue allí, en el suelo, mirándome. Sin poder controlar mi cuerpo, saco una Pokéball de mi mochila y capturo a Painend.

Entonces se me ocurre. No puedo abandonarlo, pero puedo enviarlo al almacenamiento del PC de Trufa. Ella me dirá qué Pokémon es, sabe muchas cosas.

Anterior
12 3
Siguiente1 de 3 páginas