Creepypastas Pokémon (III)

Reportaje

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Esta es la historia de una chica que recibió en la GTS un Pokémon muy inquietante, que cambió para siempre su forma de ver Pokémon… y su vida…

20/09/2013 21:55
Las creepypastas son historias ficticias de corta duración cuyo objetivo es asustar y perturbar al lector. Aunque no tienen base real, no son aptas para gente sensible. Si eres impresionable o te asustan las historias de terror, te recomiendo que dejes de leer. Esta historia no me pertenece, yo simplemente he editado el texto para mejorar su narrativa.

Hell Bell: El Bronzong del infierno

A mi hermano no le gustó nada la cuarta generación de Pokémon, así que me regaló todas sus cosas: cientos de cartas que añadir a mi colección, un Blastoise de peluche que tenía desde hace nueve años y el juego de Pokémon Diamante que hizo que perdiera su afición por todo lo que tuviera que ver con Pokémon. 

La verdad es que a mí también me decepcionaron bastante los juegos para la DS, había algo en ellos que le hacía perder la magia que tenían las anteriores generaciones. Ese no era “mi” Pokémon, pero aun así no iba a dejar de jugar sólo porque los nuevos juegos no eran lo que me esperaba.  

Y la verdad es que Dialga me gustaba. Yo siempre tuve la edición que mi hermano no quería, así que disfrutaría al poder capturar por mí misma a Dialga en vez de tener que intercambiar a uno de mis Pokémon para conseguir el de otro entrenador. 

De todas formas, esto no tiene nada que ver con Dialga. Mi historia comienza con otro Pokémon legendario, aunque estoy segura de que el resultado habría sido el mismo de haber usado un Pokémon cualquiera… parece que el destino tenía reservada esta sorpresa para mi… una sorpresa desagradable y que desearía que jamás hubiera ocurrido. 

Me metí en la partida de mi hermano solo para ver todo lo que tenía. Tenía todos los Pokémon en la Pokédex, incluso los de evento que aún no habían sido distribuidos, pero claro, él siempre usaba códigos para conseguir lo que quería… En su equipo tenía seis Rayquaza shiny al nivel 100. Igual que los demás, los había conseguido con códigos y los había capturado directamente al nivel 100, por lo que no estaban entrenados; aun así, yo perdí muchas veces contra esos Rayquaza. 

Yo también usaba frecuentemente ese código para conseguir los Pokémon que quería, hasta que un amigo me enseñó que intercambiar es divertido. Y realmente me gustaba intercambiar en la GTS solo para ver de dónde venía el Pokémon que me enviaban, así que fui a Ciudad Jubileo para ver qué me daban a cambio de uno de estos Rayquaza. Sabía que podría conseguir cualquier cosa a cambio de ellos. 

Una vez conectada, elegí el primer Pokémon que se me ocurrió de la primera lista: un Bronzong. Lo pedí al nivel 100 para que el trato fuera más o menos justo, y me fui durante un rato. 

Después de estar unas horas haciendo mis cosas, volví para ver si alguien me había intercambiado. Me emocioné cuando empezó la escena del intercambio, sé que solo era un Bronzong, pero no importa, me gustaba mucho el proceso, aunque me hubieran enviado un Magikarp. El caso es que recibí un Bronzong shiny que llevaba el nombre de ‘Hell Bell’. 

Me sorprendí de que me dieran un shiny, nunca antes me habían mandado uno por la GTS, pero aun así el nombre me inquietaba… Soy un poco religiosa, y no me siento cómoda al hablar o escribir cosas acerca del infierno. 

Al terminar el intercambio, revisé sus stats; tenía 666 en todo, su entrenador original se llamaba ‘Beelze’, lo que de nuevo me hizo sentir mal, y había sido capturado en la Torre Perdida con una Gloria Ball. Claramente, era hack, pero al fin y al cabo yo también había ofrecido uno.  

Los stats y la información del Pokémon no me gustaban, así que decidí volver a ponerlo en la GTS. Ahora sí que habría aceptado hasta un Magikarp con tal de deshacerme de ese Pokémon. Pero cuando intenté ponerlo en la GTS, el juego me decía que ese Pokémon no podía ser ofrecido para intercambio. 

Esto ya me había pasado antes, alguna vez que había intentado intercambiar legendarios hackeados, pero yo había podido enviar a mi Rayquaza y 'Beelze' me había mandado a mí a Hell Bell… así que no entendía por qué no podía volver a ponerlo en la GTS. 

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