Pokémon competitivo, ese gran desconocido

Conseguir las 8 medallas de gimnasio, echar por tierra los planes de la malvada organización de turno, salvar al mundo derrotando al todopoderoso Pokémon legendario (Con la consecuencia de apagar y encender la consola hasta que lograbas capturarlo), derrotar al Alto Mando y convertirse en el campeón de la región, y finalmente completar la Pokédex. Y tras todo esto, ¿ahora qué?

Pokémon no es solo un juego de una persona, sino que permite intercambiar tus Pokémon con los de tus amigos, o incluso medirte con ellos en combate para determinar quién era el mejor maestro Pokémon. Y como en el carácter del ser humano viene determinado el querer vencer, comienza una profunda búsqueda de las claves o trucos para lograr derrotar a tus amigos, para hacerte más fuerte que ellos.
Bienvenido a Pokémon Competitivo.

Cualquier actividad en la que haya un ganador y un perdedor cuenta con una variante competitiva, y Pokémon no va a ser menos. Además, las características propias del juego (Diferentes Pokémon con diferentes estadísticas, ataques y habilidades que pueden realizar numerosas funciones diferentes) convierten su competición en puramente estratégica.

Pero, ¿en qué consiste?

En ganar. Simple y llanamente, ganar. Esta es la principal diferencia con el Pokémon que nos venden y con el que hemos pasado tan buenos tiempos. Nuestro Charizard ya no es nuestro compañero del alma, al que hemos entrenado desde que nos lo dieron al nivel 5. Ahora es un conjunto de datos sin sentimientos, que alcanzan una velocidad máxima de 328, Ataque Especial de 348, con versiones tanto físicas como especiales, y que pierde 50% de vida por Trampa Rocas, por lo que necesito llevar algo que las elimine o Charizard es un inútil. Es la contraparte a lo que podíamos leer en el propio juego, no se juega con aquellos Pokémon que te gusten, se juega con aquellos que consideras que te harán ganar (aunque en ocasiones coincidan).

Pero esto no significa que dejemos de divertirnos con Pokémon, sino que se descubre una nueva cara diferente. En este sentido, la satisfacción puede ser más difícil de obtener, sobre todo al principio, debido a que enfrentarse contra jugadores más experimentados puede provocar frustración; sin embargo una vez empiezan a llegar los resultados el gozo puede ser incluso mayor, ya que no has derrotado a una inteligencia artificial, sino a otra persona cuyo objetivo era la de ganar igualmente.

"Si uso los Pokémon más fuertes soy buen jugador"

Posiblemente el error más frecuente a la hora de infravalorar el nivel de un jugador competitivo. Muchas veces la impotencia de ver como otros jugadores obtienen mejores resultados provoca comentarios de crítica hacia su forma de juego, las cuales normalmente se resumen en “Con esos Pokémon cualquiera gana”. Este tipo de comentarios solo son el reflejo de un desconocimiento enorme de la competición.

Cierto es que es relativamente normal que los jugadores competitivos lleven en sus filas Pokémon que son sinónimo de mucho poder, pero el uso de estos Pokémon es la consecuencia de ser buen jugador, no la causa. Por conducir un Ferrari no se es piloto de Formula 1.

Su uso está basado en la experiencia obtenida durante años de competición, donde cada Pokémon ha sido clasificado en categorías en función de su utilidad en combate, y como el objetivo principal es ganar, el uso de la categoría más alta permitida (OverUsed) es la herramienta recurrente para formar los equipos. Aún así, la gran variedad de estrategias que puede asumir un mismo Pokémon puede provocar que dos equipos con los mismos 6 Pokémon tengan estrategias de equipo totalmente opuestas.