Mastrea, una región por descubrir (IV)

Reportaje

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22/06/2014 21:08

Escapando de la cueva

Como esa parte de la cueva sigue sin actividad de los extraños, deciden excavar un poco más. Tras media hora, consiguen una única piedra más, con tonalidades amarillas. Markh guarda ambas en su mochila, y los tres entrenadores deciden abandonar el lugar. Esquivando de nuevo a los mineros y soldados, llegan a la bifurcación del principio. Sin embargo, allí les sorprende uno de los hombres uniformados, y sin más dilación, saca a su Pokémon.

Se trata de uno de los Sandslash que ya vieron los entrenadores mientras exploraban la cueva. De cerca, notan cómo tiene unas garras más largas y afiladas que lo común. Por otra parte, se trata de un Sandslash muy alto, y con más púas de lo habitual, aparte de su prominente musculatura, y un brazalete amarillo. Al igual que Houndoom, parece un Pokémon modificado de alguna forma.

Conscientes de la situación, Markh y sus dos acompañantes deciden combatir los tres a la vez, de otra forma no tendrían ninguna posibilidad. Markh decide combatir con Donphan. Por suerte, uno de los entrenadores tiene un Marshtomp, lo cual facilitará el combate. El otro entrenador combate con un Carbink.

Tras unos cuántos ataques, los entrenadores se dan cuenta de que es imposible atacarle por la espalda, las púas que revisten su cuerpo resisten cualquier ataque. Sin embargo, al atacar de forma frontal, Sandslash tiene más fácil esquivar los ataques. La única manera que se le ocurre a Markh es atacar por debajo. Mientras Marshtomp y Carbink distraen a Sandslash, Donphan aprovecha y usa Excavar. Justo antes de que Sandslash se cebe con Carbink, Donphan emerge de debajo de él y le lanza por los aires. En ese momento, Marshtomp le acierta con un fuerte Agua Lodosa en la cara, lo que deja temporalmente cegado al rival. Carbink le inmoviliza con Trampa Rocas, y Donphan le golpea con un fuerte Desenrollar, dejando fuera de combate a Sandslash.

00Pokemaster

Victoriosos, los tres entrenadores huyen rápidamente de la cueva hacia la siguiente ciudad. Fuera de peligro, cada entrenador se despide amablemente, y cada uno sigue su camino. Markh piensa en seguir más adelante y conseguir su primera medalla, ahora que está cerca, o volver a su pueblo para hablar con el profesor Hugonius. Tras decidir su camino hacia la primera medalla, su PokéDex empieza a sonar. Se trata de la aplicación de llamadas.

- ¡Ey Markh! ¿Sorprendido? Como te fuiste tan rápido, ni me dio tiempo a decirte las posibilidades de tu PokéDex, como el sistema de llamadas.

+ ¿Qué tal profesor? ¿Ha pasado algo?

- Me ha llamado un antiguo compañero. Creo que has descubierto algo muy interesante en una de tus aventurillas.

+ Así es profesor, pero al haber avanzado tanto, me ha dado pereza volver y enseñárselo.

- No te preocupes Markh. De hecho, estoy más cerca de Ciudad Metalia que tú. ¿Qué te parece si nos vemos allí? Tengo mucha curiosidad por esas megapiedras que has obtenido. Así podré sacar algunas conclusiones y buscar a alguien que nos pueda ayudar con esos malhechores y sus extraños Pokémon.

+ De acuerdo profesor, pero aún tardaré unos días en llegar, tengo que entrenar más. Allí nos vemos.

Casi una semana después, Markh está a punto de entrar en Ciudad Metalia. De camino, ha estado entrenando con Hoothoot e Hippopotas, pero ninguno de los dos ha logrado evolucionar, a pesar del empeño puesto en los entrenamientos. Como Hoothoot no será muy práctico para el combate, Markh decidió capturar algún Pokémon más en su trayecto, y ahora también posee un Darumaka. Sin embargo, se transfirió al PC y no ha podido ensayar junto a él.

¿Resolverán Hugonius y Markh el secreto de las megapiedras y la extraña cantera? ¿De qué Pokémon serán esas megapiedras? ¿Qué traman esos extraños hombres, y por qué algunos de sus Pokémon presentan unos aspectos tan diferentes? Poco a poco, Markh continúa su aventura, y se acerca a las respuestas. Mientras, puedes participar en PokéMaster Edición Ámbar en nuestro foro.

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