Creepypastas Pokémon (IV)

Al empezar la lucha, vi que el sprite de aquel misterioso entrenador era el de un Super Necio, ese entrenador con gafas que aparece recogiendo las Pokeballs del suelo. 

Aidsman quiere luchar. Tenía un solo Pokémon, y cuando lo sacó no tuve gritos para expresar el terror que me recorrió. 

¿Recordáis a Exeggutor, ese Pokémon de tipo planta con forma de palmera? Ese era el único Pokémon de Aidsman, pero tenía una diferencia con el resto de Exeggutor. Lo que en un Exeggutor normal son tres cocos con caras diferentes, en este eran cabezas humanas. La cabeza del medio era la del Profesor Oak, me costó reconocerlo porque los gráficos del juego no permitían muchos detalles, pero tenía la mirada perdida y la boca inhumanamente abierta y con la lengua colgando. La cabeza de la izquierda no pude reconocerla, podría ser un personaje del juego pero simplemente miraba hacia abajo. La tercera cara mostraba una mirada nerviosa y desafiante, y por sus mejillas caían dos líneas líquidas que se me antojaron sangre. Era el rostro de Giovanni.

La terrible imagen de ese Pokémon permaneció congelada durante unos veinte segundos, acompañada del grito típico que suena cuando sale un Pokémon, solo que este duraba demasiado y sonaba tan chirriante que me dolieron los oídos. Por fin pude sacar a mi Magmar. Solo tenía Ascuas, pero no estaba mal para derrotar a un Pokémon de Planta. 

Le lancé el ataque y la barra de vida fue descendiendo lentamente, no le presté mucha atención, pues seguí observando absorto esas macabras cabezas, no sé si fueron los nervios o realmente ocurrió, pero pude ver cómo uno de los ojos de la cabeza de Oak caía de su cuenca y quedaba colgando por un hilillo. El ataque acabó con aquella pesadilla, y de nuevo apareció la imagen del supuesto Aidsman, solo que ahora aparecía tumbado boca abajo, con su largo pelo tapando su rostro y sin piernas. Mostró otro largo texto, también en japonés, pero con algunas palabras inglesas que pude reconocer, como: infected, dream, trash y rape.

Cuando acabó su discurso, finalizó la secuencia característica de las batallas Pokémon y aparecí en la entrada de un pasillo. No era el sótano en el que estaba antes de encontrarme a Aidsman, pero parecía seguir estando en la guarida del Team Rocket de Ciudad Azulona. La música de la guarida con fallos que se escuchaba antes fue sustituida por el sonido chirriante que era el grito del Exeggutor de Aidsman en lo que parecía un bucle, como si el juego se hubiera congelado, pero podía seguir moviéndome con total libertad, así avancé por el largo pasillo.

Antes de lo que esperaba, el pasillo terminó en una puerta que atravesé. Aparecí en una habitación aparentemente vacía; la música de fondo era ahora la de la vieja mansión quemada de Isla Canela. Avancé un paso y apareció una caja de texto: 

“Jynx! jynx! jyyyyyyyynx!”

Sonó el grito de Jynx y recordé la imagen que aparecía en la pegatina de aquel extraño cartucho. Seguí avanzando, había mesas y estanterías como las que aparecen en la mansión Pokémon. Junto a una de aquellas mesas había alguien: pude reconocer el sprite de Giovanni, el líder del Team Rocket, solo que en vez de su característico traje negro iba vestido de blanco. A su lado había un sprite de Mr. Mime como el que me había salido al luchar contra Aidsman. Ambos miraban hacia la derecha. De nuevo sonó el grito de Jynx, aunque más lento y distorsionado, me recordó al grito del Exeggutor de Aidsman, y apareció otra caja de texto:

“Jynx! jynx! jynx!…”.

“…”

Giovanni se giró, en su cabeza apareció el signo de exclamación que aparece cuando te ve un entrenador y se acercó a mí, antes de empezar el combate solo dijo:

“Rape, rape, rape!“

Comenzó la batalla. Giovanni aparecía completamente desnudo, y su cara era igual que la cabeza de Giovanni que mostraba el Exeggutor de Aidsman. Tenía dos Pokémon, el primero que envió fue un Lickitung… o eso ponía sobre su barra de PS, que por cierto estaba casi vacía. Este Pokémon estaba extremadamente delgado y su característica lengua colgaba de su boca pegándose a sus huesos. Lo derroté fácilmente con mi Magmar, el cual también se veía extrañamente diferente, su sprite estaba borroso.

Luego, sacó a su segundo Pokémon, Jynx. Era una imagen grotesca: tenía la boca muy abierta y de ella brotaba algo que me pareció sangre. El sprite tenía muchísima más calidad que ningún otro que hubiera visto en un juego de Pokémon hasta entonces: se le veían los dientes, las arrugas del paladar, la campanilla, y al fondo un agujero negro sin fin. Su rostro era negro como el de cualquier Jynx, pero aparecía grisáceo, sus manos humanas tapaban con gran violencia una de sus mejillas y su sien en un gesto de desesperación. Alrededor de sus ojos, inyectados en sangre y sin pupilas, aparecían arrugas de horror y sufrimiento. Tenía el pelo enredado y manchado de sangre. 

No tuve que atacar para vencerla. Cayó en cuanto salió al combate. La batalla terminó y la pantalla se quedó negra. De pronto, el grito de aquel Exeggutor volvió a sonar y aparecieron en la pantalla los ojos y la boca del Jynx de Giovanni. La imagen cambió de nuevo a un Giovanni totalmente desnudo sentado en el suelo y apoyándose en la pared, de una enorme calidad gráfica. Junto a él aparecían dos esqueletos, uno con el vestido que suelen llevar los Jynx y otro tenía la gorra roja que caracteriza a Red, el protagonista de las primeras ediciones de Pokémon. 

La imagen estaba acompañada por la melodía que suena en los créditos, después de vencer al Alto Mando. Apareció un texto que decía: “5yL” y la consola se apagó. 

Me quedé desconcertado y oculté el cartucho en un lugar que no recuerdo. Seguí jugando a todos los juegos de Pokémon que fueron saliendo y acabé olvidando ese juego maligno. Hasta que hoy, navegando por internet, leí una de esas historias de terror que están tan de moda a las que llaman creepypastas: 

“Al parecer, Giovanni, el líder del Team Rocket, no apareció en ningún otro juego de Pokémon porque cuentan que se volvió loco y se alejó del mundo, por lo que quien aparece en las ediciones de Oro, Plata y Cristal es un impostor.”

Al leer esto recordé el juego, el Giovanni desnudo, la cara de Jynx, y ese horrible texto que aparecía al luchar con el líder Rocket: rape, rape, rape. Y pensé que había sido muy fuerte por no ver mi infancia destruida al enfrentarme a esa experiencia.

Lo que aprendí entonces, fue que nunca se debe tocar algo que no te pertenece.