Creepypastas Pokémon (II)

Aprovechando su sorpresa, Sousuke reaccionó y desarmó a uno de los detectives. Le quitó la pistola. Los detectives estaban atónitos por lo que Sousuke les había contado. Sonó un disparo. Y otro. Y otro. Hasta 15. Parecía increíble, pero los detectives no se movieron, ni se enfrentaron a su muerte. Lo que Sousuke no sabía es que Sataoba aún estaba vivo, y llevaba un micrófono oculto en su camisa. Todo quedó grabado. Tras los disparos que arrebataron la vida a los detectives, un último disparo sonó. Los refuerzos entraron en el piso y presenciaron una situación Dantesca: cuatro hombres muertos y uno en estado grave. Sataoba se recuperó, y decidió cerrar el caso, pues no recordaba el secreto.

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Año 2001. 15 de Marzo. Sataoba llevaba ya 5 meses retirado; el trabajo pudo con él. Justo ése día se celebraba con gran atención mediática el 5º Aniversario de Pokémon y el gran éxito comercial que supuso. Sataoba volvió a recordar las famosas 104 muertes de las que ya nadie parecía acordarse. Recordó a sus compañeros muertos. ANishino, que se voló la cabeza justo delante de él. AChiro y sus mensajes póstumos. Todos se habían suicidado, incluso Tamada, el cerebro de tal brutalidad. Y tomó una decisión: “Es hora de que resuelva este caso yo mismo.”

¿A que parece adorable? Pues en esta historia no tanto...

Estaba retirado, pero aún tenía acceso a los archivos de la Policía. Retiró las cartas que una mujer cedió a las autoridades al enterarse del caso. ¿Sería la madre de Chiro? ¿O la de Sousuke? Eso no importaba. Cerró el archivo. A su lado, vio otro que ponía "Prueba #2104A". Lo abrió. Era uno de los cartuchos de Pokémon Rojo de la tirada maldita. Había 150 más, ya dispersos. Y uno de ellos estaba delante de él. Su corazón iba a mil por hora. Retiró una de las GameBoy que se habían utilizado en los experimentos con los niños hacía ya 5 años.

Encendió la GameBoy. La secuencia inicial de Pokémon Rojo comenzó. Se puso los cascos. Estaba temblando. Empezó una partida nueva. Se puso nombre y comenzó a jugar. Habló con su madre y se dirigió a la ruta norte. Por sus cascos no se escuchaba más que un murmullo. A cada paso que daba, se acercaba más a la hierba. Y con ello, se acercaba más a que el Profesor Oak lo detuviese. O no. Quizá se encontraría con lo que Chiro puso en el juego.

Dio su primer paso en la hierba. Oak no vino. Sataoba estaba paralizado. La pantalla se quedó. No se podía creer lo que veía. Sataoba estaba exactamente en la misma situación que los 104 niños habían experimentado. El Mew salvaje habló:

-"SOY EL ORÍGEN DE TODO LO EXISTENTE. TODO LO QUE VES A TU ALREDEDOR, TU MUNDO ES PRODUCTO DE MI CREACIÓN."

Sataoba empezó a apuntar lo que Mew decía. Hasta que no pudo más. Cogió su vieja pistola y se disparó a través de la boca, directo al cerebro. Al enterarse, las autoridades recogieron el cartucho y la GameBoy. En su libreta volvían a aparecer las famosas frases, las mismas que Chiro escribió. "ENCUENTRA EL ORÍGEN". "DA LA VUELTA YA". "VEN Y SÍGUEME". El cuerpo de Sataoba, junto con los 104 cartuchos que se habían recuperado, fueron incinerados. Se decidió no cerrar, sino eliminar el caso. No se podían tolerar más muertes.

Al año siguiente, los Eventos Pokémon celebrados por todo el mundo distribuyeron a Mew por cable link a todos los jugadores que lo deseasen. Tajiri se hace el sueco y nunca ha admitido que haya relación entre Mew y los suicidios. Su secreto salió a la luz:

-Mi plan era incluir a Mew como Pokémon especial sólo obtenible por Eventos Pokémon. En el guión del juego, Mew debía aparecer al principio, para desear al jugador buena suerte antes que viniera Oak a buscarte. Al final lo dejamos pasar. Es una lástima, pero no hay ningún cartucho donde se pueda presenciar esto.

Su idea había sido incluir a Mew del mismo modo en que Ash ve en el anime a Ho-oh nada más comenzar su aventura. Un augurio de buena suerte. Él no tenía ni idea del enfermizo cambio que sus dos programadores habían incluído.

De todas formas, Satoshi está equivocado. Sólo se han incinerado 104 de 151 cartuchos. Los que la policía confiscó. Eso quiere decir que aún rondan por el mundo 47 unidades de esa edición.

Si os compraís algún día un cartucho original japonés de Pokémon Rojo o Verde, ya podéis cruzar los dedos. Rezad por que no sea uno de los 47 restantes, que pueden estar en cualquier parte. Probablemente no podais con el terrible secreto que Mew oculta…