¿Qué eran los rincones de juego en Pokémon?
Desde Kanto a Johto, los fans que han crecido con Pokémon en sus manos y han visto todas pasar todas las generaciones, han podido disfrutar también de los rincones de juego (o los llamados Game Corners, en inglés). En estos lugares, similares a unos casinos online, podías disfrutar de tragaperras y de otros minijuegos que tenían una función muy importante en el juego.
Pero estos rincones de juego desaparecieron por completo desde el estreno del Pokémon Negro y Pokémon Blanco.
Pero, ¿por qué se eliminaron los rincones de juego en Pokémon?
Todo empezó cuando comenzaron a eliminarse en ciertos países, como Corea del Sur, las máquinas tragaperras que aparecían en las ediciones de Pokémon, por las regulaciones aprobadas sobre los juegos de azar. Para la versión europea, con Pokémon Platino, ocurrió lo mismo, ya que los estándares de PEGI habían cambiado la clasificación por edades. Esto significaba que si se incluían juegos de azar en el videojuego, la calificación de Pokémon pasaría a ser de “familiar” o de 3 a 7 años a 12 años, con las consecuencias que eso acarrearía para la industria japonesa.
Por todo eso y debido a los quebraderos de cabeza que podían suponer los rincones del juego, estos se eliminaron por completo. Rápido y sin dolor. Básicamente era más barato eliminar todas las versiones de estos rincones, aunque algunas de ellas fueran minijuegos que no entraban dentro de esa clasificación de juego de azar, que ir adaptándose a las leyes internacionales de cada región, lo que supondría mucho coste y muchos más posibles problemas legales ante los constantes cambios y modificaciones de leyes.
Asimismo, como se ha mencionado anteriormente, el reconocimiento de la marca Pokémon como un juego para todos los públicos, incluidos niños, es muy importante para Nintendo. Luego se ha podido ver cómo algunos de esos minijuegos se han desvinculado por completo del edificio donde estaban las tragaperras, ya eliminadas, y se han comenzado a implementar de nuevo en algunas ediciones, como las nuevas de Escudo y Espada, donde puedes hacer curry en un campamento y donde los pokémon de tu equipo pueden ganar puntos de experiencia.
Pokémon y la fiebre por los torneos
Lo cierto es que la fiebre Pokémon ha ido más allá de las diferentes versiones de Nintendo. Se ha teletransportado al mundo real y con torneos que has podido seguir hasta en páginas como GGPoker ya que la competición en Pokémon es muy importante para convertirse en el mejor entrenador, tanto en el juego como en el mundo físico.
Ahora, esos combates Pokémon se han trasladado a torneos de cartas con su juego oficial. Y esto ocurre gracias al conocido como JCC Pokémon, es decir, el juego de cartas coleccionables, que han tomado una nueva dimensión virtual, donde los jugadores ya han roto esa barrera física para poder jugar con su mazo virtual, lo que da muchas oportunidades a aquellos que no puede hacerlo de manera presencial, y mucho más ahora con las restricciones impuestas por la pandemia.
De hecho, el torneo de cartas ya se posiciona prácticamente en el mismo nivel que la competición de videojuego de Pokémon, dividiéndose en categorías Junior, Senior y Master. En agosto de 2020 iba a tener en Londres el Mundial de Pokémon, pero se canceló por la pandemia. Igualmente, se llevó todo al online con un torneo para los jugadores del JCC Pokémon, así como los de las ediciones de Espada y Escudo.
Aunque los Rincones de Juego fueron eliminados de los videojuegos para evitar problemas legales en diferentes países, la participación de menores en torneos competitivos del gigante de Nintendo no cesa.
Como comprobarás, también hay categorías Junior en este tipo de torneos y es más, el año pasado se coronó una niña de 7 años como la campeona infantil del Pokémon Oceania International Junior Championships, que se celebró en Melbourne, justo antes de la declaración de epidemia y las consecuentes restricciones.
Lo cierto es que en los eSports, los adolescentes suelen ser los que tienen el as por la manga para ganar y empiezan a ganar dinero con esas edades. De hecho, mucho dinero. Pero no es algo común verlo en una niña de tan solo siete años.
